El delito de estafa cometida a través de internet más común es, sin duda alguna, el phishing. Una de las consultas más repetidas, cuando se ha sido víctima de un delito de estafa a través de phishing, es qué se puede hacer en estos casos.

En primer lugar, hay que señalar qué es el phishing. El phishing es una modalidad de estafa cometida a través de internet consistente en la simulación por parte de los cibercriminales de ser una entidad legítima (ya sea una red social, un banco, entidad de crédito, institución pública etc) con el objetivo de robar la información de acceso a dichas cuentas, pudiendo iniciar sesión haciéndose pasar por nosotros para de este modo conseguir robar nuestro dinero o tener acceso a nuestros datos con cualquier otra finalidad.

Lo primero que hay que hacer cuando se es víctima de phishing es bloquear el acceso a nuestras entidades bancarias o de crédito para evitar que los cibercriminales sigan estafándonos, el siguiente paso es denunciarlo inmediatamente a las autoridades policiales tras asesorarse con un abogado especialista en la materia.

Por desgracia, las posibilidades de recuperar el dinero defraudado dependerán de la habilidad que hayan tenido los ciberdelincuentes, no obstante, toda actuación dentro de la red deja un rastro, por lo que siempre que se tenga conocimiento en la materia se podrá dar con la verdadera identidad de las personas que nos han estafado a través de phishing.

Lo primero que hay que hacer cuando se es víctima de phishing es bloquear el acceso a nuestras entidades bancarias o de crédito para evitar que los cibercriminales sigan estafándonos, el siguiente paso es denunciarlo inmediatamente a las autoridades policiales tras asesorarse con un abogado especialista en la materia.

En función de la cantidad de dinero que nos hayan sustraído, el phishing tendrá un determinado tratamiento en los tribunales. Si nos han estafado un importe por debajo de los 400 euros, se iniciará un juicio sobre delito leve en el Juzgado de Instrucción de nuestra localidad, enfrentándose el estafador a una pena de multa entre 1 y 3 meses con una cuota diaria que podría rondar los 10 euros. Por el contrario, si la cantidad sustraída es superior a 400 euros, se iniciará un proceso judicial por un delito menos grave de estafa, con posibles penas de prisión que oscilarán entre los 6 meses y los 3 años de prisión.