Abogado experto en juicios rápidos por alcoholemia.

El delito de conducir bajo los efectos del alcohol se produce cuando se presentan determinados niveles de alcoholemia en aire espirado o en sangre superiores a los límites establecidos para las sanciones administrativas, siendo estos límites de tasa de alcohol en aire espirado cuando se supere los 0,60 miligramos por litro o una tasa de alcohol en sangre superior a 1,2 gramos por litro.

Igualmente, el tipo penal castiga cuando se conduce bajo los efectos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas.

Las penas asociadas al delito de alcoholemia vienen reguladas en el artículo 379.2 del Código Penal, fijando los siguientes límites:

• Pena de prisión de 3 a 6 meses o
• Pena de multa de 6 a 12 meses o
• Trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días
• Igualmente, siempre llevará aparejada la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo entre 1 y 4 años.

También es necesario señalar que, aunque existen unos límites máximos del nivel de alcohol tanto en sangre como en aire espirado, el Código Penal igualmente castiga a aquellos que conduzcan bajo la influencia de bebidas alcohólicas, debiendo valorarse en cada caso concreto si el nivel de alcohol que supuestamente presenta el infractor afectará a las capacidades de conducción de manera lo suficientemente grave como para poder considerar que existirá delito por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.

En los códigos de actuación que presentan los diferentes Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, existen diferentes comprobaciones que los Policías siempre realizarán para valorar el estado del conductor, destacando por ejemplo los desplazamientos laterales con el vehículo, el habla pastosa, mirada perdida, conducción errática, ojos brillantes, balbuceo al hablar o invasión de carriles, no obstante, en principio siempre deberían atenerse a la prueba que arroje el etilómetro, que es la máquina de precisión con la que cuenta la Policía para comprobar el nivel de alcohol en aire que presenta el conductor.

Por último, será necesario valorar el estado del etilómetro para poder concluir si los resultados son los correctos o no, pudiendo variar en un determinado porcentaje en función tanto del estado de conservación del aparato como del tiempo que éste lleve en funcionamiento.

En Granada, determinadas Policías Locales usan etilómetros desde más tiempo del aconsejado, por lo que en ocasiones el acusado se podrá librar de la pena de prisión si se cumplen determinados parámetros, debiendo valorarse el margen de error por un abogado penalista experto delitos alcoholemia.